martes, 11 de octubre de 2011

VULNERABLE AL VENENO COMUNISTOIDE


Históricamente, en cualquier país latinoamericano donde se debilite la estructura democrática por falta de una estrategia política y económica edificante, surge de inmediato la célula social cancerígena del comunismo latente. La nación a la que se hace referencia en este escrito es México. Antiguos gobiernos sospechosos de corrupción y malversación del tesoro nacional, han sentado la tradición en la sociedad mejicana de expresar su inconformidad con los representantes del gobierno de turno aun cuando este desempeña una labor política y militar intransigente contra los narco-terroristas que reinan en las calles de muchas ciudades de ese país.
El presidente Felipe Calderón, de quien no existe hasta ahora sospecha alguna de corrupción por parte de organizaciones internacionales serias, ha combatido la delincuencia organizada a todo tren. Sin embargo, la opinión de muchos nacionales es contraria a las medidas que el señor Calderón está llevando a cabo para erradicar este flagelo que ha cobrado las vidas de cientos de civiles inocentes y han alegado incluso que el presidente debiera entrar en conversaciones con estos asesinos. No hay un argumento convincente que esgriman estos detractores gubernamentales para hacer creíble su posición disidente. Es justamente la histórica costumbre de decir ante la opinión pública de que el país anda mal por el mal gobierno que tienen. Este inconformismo se traduce como un malestar o aburrimiento de la sucesión de poderes a través de las urnas electorales cada cierto tiempo. Esta apatía se refleja en la falta de interés político en mejorar la situación desde dentro y acudir al exilio en busca de una realización personal y egoísta. Toda solución política puede ser encontrada en una nación democrática aun cuando existe crisis de seguridad interna. Los movimientos de protestas internos y externos se hacen vulnerables a la manipulación del comunismo y lamentablemente siempre son penetrados. No pocas manifestaciones de descontento en ese país han mostrado una bandera con la imagen del Che Guevara, quien fuera uno de los más sangrientos comandantes del triunfo de la Revolución cubana en 1959. Estos actos de ingenuidad o intencionalidad malsana, crean las condiciones necesarias y básicas para el surgimiento entre las filas de los movimientos sociales, de un populista pro comunista como lo demuestra la historia en el caso de Venezuela. Después de la palmaria inclinación del populista Chávez hacia una dictadura estalinista, aún siguen muchos venezolanos envenenados con la ponzoña heredada de los Castro en Cuba. No será para bien un gobierno populista o marxista o comunista que dé al traste con las bandas narcotraficantes del país, sino por el contrario, se estrecharían lazos de negociaciones secretos los cuales beneficiarían a ambas partes y se vislumbraria una aparente calma en el país para crear una imagen política favorable al gobierno dictatorial y enraizarse en el poder por años.
De hecho, desde hace algunos años existen en México cientos de compañías propiedad de Cuba y el gobierno de México lejos de mirar de cerca dichas inversiones extranjeras, hace como que simpatiza con el gobierno de Cuba, incluso devuelve a Cuba a todos los refugiados que salen huyendo de la isla y llegan a costas mejicanas. Esto en verdad se mira como un pacto de amistad entre dos gobiernos, muy diferente a lo que el gobierno de EE.UU hace con los cubanos que atraviesan el Estrecho de La Florida y son rescatados en alta mar por los guardacostas norteamericanos y devueltos a la Isla.
No sólo en México se ve esta penetración ideológica del comunismo cubano. También en el territorio norteamericano ya es un hecho. Específicamente en Los Ángeles también ha ondeado la bandera con la imagen del Ché Guevara. En una protesta pública en contra de la implementación de leyes anti inmigrantes indocumentados no tiene por qué existir un vínculo entre los manifestantes y la imagen del Ché. Eso no es más que una prueba de que los que sostienen la bandera o quizás los que incitan a que se muestre este símbolo político en las manifestaciones, saben bien cuál es su objetivo y bajo qué ordenes trabajan.
Si se está haciendo tarde para los mejicanos impedir el cáncer del comunismo en su país, el gobierno de Estados Unidos y su pueblo que confía en la democracia representativa, debe evitar que este mal siga propagándose por suelo norteamericano o al final lo vamos a lamentar. De lo que aquí se advierte, los cubanos del exilio que en verdad han luchado contra la dictadura en Cuba, pueden dar fe de esta verdad.

miércoles, 11 de mayo de 2011

ACCION VIOLENTA CONTRA EL MAL


Hace unos días pude leer algunos comentarios en Yahoo acerca del operativo de eliminación del terrorista más buscado por los Estados Unidos desde el 2001. Fueron más de veinte comentarios y todos reprueban el operativo y culpan a Estados Unidos por violar la soberanía nacional de otras naciones, hacer de juez ejecutor contra un terrorista y algunos alegan que Estados Unidos creó un terrorista para luego aniquilarlo. No faltan las pueriles reflexiones de los apasionados por el misticismo novelesco que comentan un supuesto capítulo escondido sobre la posibilidad de que Bin Laden está vivo y arrestado por tropas norteamericanas para torturarlo y hacerlo hablar o que los demócratas difundieron la falsa noticia para buscar apoyo para la campaña de reelección del presidente Obama en el 2012.
Haciendo un análisis un poco más profundo del hecho, cabe la conclusión de que solo los fervientes partidarios de Al Qaeda tendrían sobradas razones para nunca aprobar una acción como esta. Los que consideran que debieron someter a Bin Laden a juicio, no miden las consecuencias de las reacciones de los seguidores del líder terrorista en diferentes partes del mundo al saber que su principal jefe está con vida. En circunstancias como esa cualquier seguridad es poca en aeropuertos o lugares bien concurridos. Un proceso penal de esta envergadura demora mucho tiempo e implicaría una preparación de ataque por parte de estos elementos para asesinar otras miles de personas o perpetrar un ataque efectivo para rescatar al líder en prisión. Tampoco faltarían abogados sedientos de los millones de Bin Laden y se prestarían para defenderlo a capa y espada ante la corte. Las encuestas populares de los que nunca sufrieron en carne propia la muerte de un familiar en la Torres Gemelas, estarían a favor de tal y más cual derecho y de tal y más cual sentimiento filantrópico para exigir la pena mínima o el internamiento  del Jeque por enfermedad psiquiátrica.
Decía mi padre que cuando un hombre comete un homicidio es condenado a cadena perpetua o es aniquilado en la escena por la policía si llega en el momento del hecho, si un hombre comete varios homicidios se estudia la posibilidad de reducirle la condena por supuestos trastornos psiquiátricos y si se trata de una persona que comete genocidio, todas las organizaciones humanitarias del mundo están siempre al tanto de que se le respete todos sus derechos como ser humano y muchas personalidades piden que se le conceda el perdón. Existe en el mundo una tendencia a nublar la línea divisoria entre el mal y el bien exponiendo argumentos eufemísticos o asumiendo una posición contraria al sentido común de autodefensa. No soy partidario de quitarles la vida a los bandidos por sus fechorías pero la historia de la humanidad ha demostrado que las provocaciones a la violencia siempre despiertan la violencia como desquite y más cuando la provocación es de grandes dimensiones y hiere la sensibilidad de miles de personas inocentes. Supongo que los jefes militares del operativo concluyeron que dejarlo con vida aun cuando estuviera en prisión, sería dejar abierta la posibilidad de que desde la cárcel planeara y dirigiera nuevos ataques contra la sociedad civil en cualquier país del mundo.
Esos que reprueban la acción de eliminación del terrorista, también pueden sentirse un poco más seguros cuando viajen en avión, en tren o cuando estén en lugares de mucho público. La seguridad nunca es perfecta y total pero al menos poco a poco se va librando la batalla contra los cabecillas del terrorismo mundial.

lunes, 3 de enero de 2011

A UN HERMANO

Años ha que los aires de juventud de un mozo, se cubrieron con el alitafe del morador de las tinieblas. Sus sueños de sepultar la oscuridad lo llevaron a las penumbras de las mazmorras frías de los guardianes en verde olivo.
Joven de verbo ardiente y rebeldía indomable, dejó en los fosos los años mozos y creo, por lo que sé, un poco de su pueril inocencia que embarga a los buenos hombres de pensar y confesar, que la espalda puede voltearse a cualquiera sin temer la traición.
Consiguieron enclaustrar su cuerpo por largos años entre rejas, mas los sueños aún permanecen en él como halo. Desgarraron un pedazo de su corazón cuando su hija apenas nacía, pero su verbo se volvió más ardiente y su rebeldía se volvió como un potro sin dueño que derriba a quien pretenda hacer una monta.
No murió como el gorrión enjaulado por la tristeza de perder su libertad, más le creció el corazón y el orgullo de ser un héroe. Aún con las alas cortas de la libertad que ansía, desafía con su débil cuerpo y su sangre caliente, a la oscuridad que impera en las tristes calles de mi Cuba bella, a mirar de frente la luz del sol de un nuevo día sin perecer para siempre en el lodazal de su maldad.
Perdona. Pero olvidé entre tantas palabras merecidas, poner tu nombre. No importa. El mundo ya conoce a quien hace unas horas dejó atrás la prisión pequeña y se quedó en la grande junto a su familia, sus vecinos, sus calles medio oscuras y llenas de escombros y un pesar tan grande en cada rostro que deambula, que es difícil decir dónde se vive con más dolor, en la pequeña o en la grande. O perdón. ¿Dónde se sobrevive mejor?