martes, 1 de junio de 2010

APOLOGÍA POR LAS LETRAS. (PRIMERA PARTE)

Si tuviera la oportunidad de exponer esta crítica en la mesa de ejecutivos del canal televisivo Univisión, lo haría con gusto y con amor. Amor al periodismo que dejé de ejercer cuando salí de mi patria.
Salí de Cuba con el convencimiento de que vendría a vivir al país donde más se respeta el derecho a la expresión y donde la prensa libre constituye el tercer poder. Para mi sorpresa, desde que la gobernadora del Estado de Arizona firmó la ley SB1070, he visto degradarse la profesionalidad del equipo periodístico de Univisión, arrastrados por sentimientos nacionalistas.
Las causas fundamentales que han convertido el periodismo en Cuba como uno de los peores del mundo, es el partidismo claro y abierto de los periodistas de los medios a favor de la Revolución comunista en el poder. No existe una información política que no se incline hacia los intereses del partido en el poder y las noticias que no son políticas, se les busca el perfil político.
En varias ocasiones he visto el fantasma de la televisión cubana (Cubavisión) en el canal Univisión. Excelentes periodistas y presentadores de programas muy populares como Última Hora, adjetivan la ley diciendo: …la ley represiva.
En una información periodística, es un error grave que el profesional emita criterio de valoración o coloque adjetivos que conciernen sólo a su modo de pensar. Si se quiere expresar su opinión en contra de la ley u otro hecho político, sólo debe incursionar en otro género periodístico como el de análisis.
En otro reportaje, tuve la oportunidad de ver una breve entrevista a un deportista relacionada con un juego que recién había concluido y entre las preguntas que le hizo el periodista de Univisión, había una que tocaba directamente la ley SB1070. Es falta de ética colocar a un deportista entrevistado en una situación embarazosa para presionarlo a contestar algo que tal vez no quisiera por temor a perder popularidad entre sus fans. El deporte es deporte y la política es política. En Cuba a muchas personas les son indiferentes las victorias de los deportistas cubanos porque los medios atribuyen esas victorias al esfuerzo de la Revolución y no a la calidad humana de los deportistas.
Por último, las cosas deben llevar siempre nombre y apellido para evitar confusiones. Se habla de “ley anti-inmigrantes” pero en mi caso personal al igual que en el de miles de personas, soy inmigrante y no me siento afectado por la ley SB1070. Por lo tanto, deberían decir: “ley anti-inmigrantes indocumentados”. No es correcto generalizar para involucrar a la fuerza a todos los inmigrantes. Que involucre a todos los indocumentados, ya es de por sí un hecho bastante notable por la magnitud de los afectados.
Esta opinión mía es meramente profesional y no política. Que esté en desacuerdo con la tendencia pasional de lo que debe ser una imparcialidad profesional, no significa que apruebe la ley SB1070. Esa posición personal es harina de otro costal.